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65 años de Mini: las versiones más famosas

A lo largo de los 65 años de Mini existieron infinidad de versiones. Fue un auto muy modificado, su popularidad se prestó mucho para la personalización. Pero las versiones más famosas que te señalamos a continuación fueron también las más importantes y gustadas por los clientes. Estas opciones son originales, así salieron de fábrica. 

Mini Van, el utilitario por excelencia


Apenas transcurridos cinco meses desde el estreno del Mini, apareció en enero de 1960 la primera variante de carrocería: el Van. Esta pequeña camioneta de dos asientos tenía una longitud de 3,300 milímetros, en vez de los 3,050 del Mini, y su punto más alto estaba 10 milímetros más arriba. Además, la distancia entre ejes aumentó 10 centímetros, llegando hasta los 213, un aumento que fue perfectamente factible desde los puntos de vista técnico y económico, ya que se trataba de un coche con tracción delantera. 

El compartimiento de carga no tenía ventanas laterales, aunque sí las dos puertas traseras. Dado que el montante C, desplazado hacia atrás, era ligeramente oblicuo, las puertas también se abrían en ángulo y se mantenían abiertas al sobrepasar un ángulo de apertura de 90 grados. 

El Mini Van fue una furgoneta muy solicitada por artesanos y por el correo británico por razones evidentes: gracias a las dimensiones, muy compactas, y a su volumen de carga relativamente grande, fue un vehículo de transporte ideal para el uso en las angostas calles del casco antiguo de cualquier ciudad. Más de 500,000 clientes optaron por adquirir un Mini Van mientras duró su ciclo de producción.


Estate, Traveller y Coutryman, los hermanos grandes


Recurriendo a la misma base técnica, pronto aparecieron dos variantes más: primero el Estate y, poco después, el Pick-up. El Estate era un coche familiar de cuatro asientos con las dimensiones de la furgoneta Van, aunque sí llevaba ventanas en la parte posterior. Dichas ventanas eran deslizantes, al igual que las delanteras.

El Estate se llamaba Countryman o Traveller, dependiendo de la marca, lo que indica que se trató de un coche destinado a un grupo de clientes específico. Este vehículo fue concebido especialmente para la población del campo, tal como se ve en las fotografías de publicidad, que muestran el transporte de animales, aunque también familias enteras saliendo de viaje o artesanos transportando sus herramientas. El Morris Minor Traveller del año 1953 había cubierto muy bien ese segmento del mercado. 

Con el fin de conseguir que el Mini se asemejara al estilo de los Minor Woodies, se le puso una estructura de madera en la parte posterior, a partir del poste B, tal como la tenía el Morris Minor Traveller. Sin embargo, esta solución había sido parte del chasis del Morris Minor, mientras que en el caso del Mini sólo tenía fines decorativos. 

La versión familiar se ofreció opcionalmente sin aplicaciones de madera a partir del año 1961. El Mini Estate con aplicaciones de madera dejó de fabricarse en otoño de 1969, cuando apareció el Mini Clubman. A partir de esa fecha sólo esa versión siguió fabricándose como Estate.

65 años de Mini

Pick-up, para el trabajo duro

Los clientes que necesitaban un vehículo de transporte más adecuado para el campo, pudieron adquirir la Pick-up de Mini a partir del mes de enero de 1961. Este coche de carga, del que se fabricaron casi 60,000 ejemplares, tenía un compartimiento de carga abierto a partir del poste B. Una compuerta en la zaga permitía acceder más fácilmente a la superficie de carga. Para proteger los productos transportados, se ofrecía una lona que tenía que abrocharse a los lados, igual que en los camiones. En la parte posterior tenía una tapa con mirilla, también sujeta con botones. 

65 años de Mini

Riley Elf y Wolseley Hornet, los de lujo

Durante la segunda mitad del año 1961, BMC intentó que también la clase alta se interesara por el Mini Classic. Riley Elf y Wolseley Hornet se llamaron las dos variantes que despertaron mucho interés por tener dos características de diseño típicas de los autos de lujo de la época: en vez de la parte delantera moderadamente redondeada del Mini, tenían una parrilla cromada alta y vertical. 

En la zaga, los dos modelos tenían un espacio para equipaje más alargado, enmarcado por dos salpicaderas pequeñas con recubrimientos, tal como dictaba la moda en esos tiempos. Buena parte del habitáculo estaba cubierto con moquetas y el conductor y su acompañante tomaban asiento teniendo a la vista un tablero de madera genuina. Hasta que se dejaron de fabricar en el año 1969, 60,000 clientes optaron por adquirir estas variantes nobles del Mini.

65 años de Mini

Mini Moke, la opción militar


En 1964 apareció el Mini más abierto que había existido hasta entonces: el Mini Moke. Este nuevo coche concebido para disfrutar del aire libre, había tenido orígenes muy diferentes, ya que había sido diseñado como vehículo de uso militar. La robustez de su construcción, sus dimensiones – muy compactas – y su bajo peso, hacían de este modelo el coche óptimo para, por ejemplo, lanzarlo con un paracaídas o transportarlo con un helicóptero. 

El Moke era, en realidad, una especie de tina con umbrales grandes en forma de cajas, con un espacio para el motor con cofre y un parabrisas. Los asientos no eran más que bandejas de acero con cojines y una tela plegable era la única defensa contra las inclemencias del tiempo. 

Todo ello era ideal para fines militares y el único problema era su corta distancia al suelo. Por esta razón, fracasó la carrera de este coche al servicio de su majestad, una circunstancia que no mermó la popularidad que adquirió entre los conductores que lo supieron apreciar como el coche ideal para los ratos de ocio. 

En Inglaterra se fabricaron hasta el año 1968 más o menos 14,500 unidades de este coche abierto, posteriormente se continuó fabricando en Australia y, años después, también en Portugal. Se estima que en total se fabricaron unas 50,000 unidades.


Convertible made in Germany


En 1991 se lanzó al mercado la última variante del Mini, la única que no tuvo su origen en Inglaterra. Un concesionario emprendedor de Baden decidió cortarle el techo (algo que ya habían hecho antes algunos preparadores de coches), obteniendo así un atractivo descapotable. Este coche de cuatro asientos y con techo de lona costaba en Inglaterra 12,250 libras esterlinas, un precio más que imponente. 

Pero a diferencia de modelos similares anteriores, este nuevo modelo fue de gran calidad, por lo que Rover decidió comprar el diseño y encargarse de la fabricación. Del modelo producido en serie se vendieron, en total, 1,000 unidades entre los años 1993 y 1996.

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