Un día como hoy, un 26 de mayo, pero de 1927, finalizó la producción del Ford Modelo T. Y Henry Ford estuvo presente para ver salir de la línea de producción el ejemplar número 15,000,000 en Highland Park, Míchigan.

El Ford Modelo T, introducido el 1 de octubre de 1908, marcó un hito en la historia del automóvil al convertirse en el primer vehículo asequible para las masas, transformando la movilidad y la industria automotriz.
Este automóvil fue concebido por Henry Ford con la visión de crear un “coche universal” que fuera económico, fácil de operar y duradero, dirigido a la clase media emergente. Su propósito era democratizar el transporte, haciendo que los automóviles pasaran de ser un lujo para los ricos a un medio accesible para el ciudadano promedio, conectando comunidades rurales con el resto del país y sentando las bases para la modernización de Estados Unidos.

Orígenes y propósito del Ford Modelo T
Henry Ford, fundador de Ford Motor Company, tenía como objetivo fabricar un vehículo que cualquier trabajador estadounidense pudiera permitirse. Antes del Ford Modelo T, los automóviles eran costosos y requerían conocimientos mecánicos avanzados para operar. Ford quería cambiar esto, diseñando un coche simple pero robusto que se adaptara a las necesidades cotidianas de las familias.
El Ford Modelo T se lanzó en la planta de Piquette Avenue en Detroit, donde inicialmente se ensamblaba a mano, produciendo solo 11 unidades en el primer mes. La alta demanda llevó a Ford a construir la revolucionaria planta de Highland Park en 1910, diseñada para maximizar la eficiencia mediante la producción en masa.

Aportes a la industria del Ford Modelo T
El Ford Modelo T revolucionó la industria automotriz con la introducción de la línea de ensamblaje móvil en 1913, una innovación atribuida tanto a Henry Ford como a los trabajadores y gerentes de las fábricas de Ford. Este sistema, inspirado en procesos industriales como los rastros de Chicago, permitió reducir el tiempo de ensamblaje de un chasis de 12 horas y 8 minutos a solo 93 minutos para 1914.
La producción en masa no solo incrementó la eficiencia, sino que también redujo los costos, permitiendo que el precio del Modelo T cayera de 825 dólares en 1908 a 260 dólares en 1925. Esta accesibilidad transformó el mercado, haciendo que el Modelo T representara hasta el 40% de los autos vendidos en EE. UU. en ciertos momentos.
Además, Ford implementó innovaciones laborales, como el salario mínimo de 5 dólares al día en 1914, que convirtió a los trabajadores de la línea de ensamblaje en parte de la clase media, permitiéndoles adquirir los vehículos que producían.
Este enfoque no solo redujo la rotación de empleados, sino que también estimuló la economía. La estandarización de piezas intercambiables facilitó el mantenimiento y la reparación, estableciendo un modelo para la fabricación moderna que se extendió más allá de la industria automotriz.

Años de producción del Ford Modelo T
El Ford Modelo T se produjo desde el 1 de octubre de 1908 hasta el 26 de mayo de 1927, un total de 19 años. Durante este período, Ford fabricó más de 15 millones de unidades, un récord de producción que no fue superado hasta 1972 por el Volkswagen Beetle. En mayo de 1927, Henry Ford estuvo presente en Highland Park para ver salir de la línea de ensamblaje el vehículo número 15 millones, marcando el fin de una era. La producción cesó para dar paso al Modelo A, ya que la competencia ofrecía diseños más modernos y variados, y el Modelo T comenzaba a ser percibido como anticuado.
Anécdotas curiosas del Ford Modelo T
Aunque Henry Ford es la figura central detrás del Ford Modelo T, el diseño fue un esfuerzo colectivo liderado por un equipo de ingenieros talentosos. Los principales diseñadores incluyeron a Joseph A. Galamb, quien fue el ingeniero jefe, Childe Harold Wills, Eugene Farkas, Henry Love, C.J. Smith, Gus Degner y Peter E. Martin.
Este equipo trabajó en la planta de Piquette Avenue desde enero de 1907, perfeccionando un vehículo con un motor de cuatro cilindros en línea de 177 pulgadas cúbicas (2.9 litros) que producía 20 caballos de fuerza, alcanzando una velocidad máxima de 68 km/h. Ford supervisó personalmente el proyecto, asegurándose de que el diseño fuera simple, confiable y adecuado para la producción en masa.

El Ford Modelo T generó numerosas historias y curiosidades que reflejan su impacto cultural. Una de las anécdotas más conocidas es que Henry Ford mismo probó el primer Modelo T en un viaje de caza a Wisconsin y el norte de Míchigan, demostrando su resistencia en terrenos difíciles.
El vehículo también destacó por sus hazañas, como escalar las escaleras del Capitolio del Estado de Tennessee o llegar a la cima del Pikes Peak en Colorado, mostrando su versatilidad.
Aunque comúnmente se asocia con el color negro (de 1914 a 1925, solo se ofreció en este color debido a la rapidez de secado de la pintura), antes y después de este período estuvo disponible en azul, rojo, gris y verde.

Otra curiosidad es el origen del apodo “Tin Lizzie”. Aunque no hay una explicación definitiva, algunas teorías sugieren que proviene del nombre popular “Lizzie” de la época o de un famoso auto de carreras Modelo T llamado “Old Liz”.
El Ford Modelo T no solo “puso al mundo sobre ruedas”, sino que transformó la sociedad, fomentando la movilidad, la creación de empleos y el desarrollo de infraestructuras como el sistema de carreteras numeradas en EE. UU. En 1999, el Modelo T fue nombrado el “Auto del Siglo”, un testimonio de su impacto imborrable en la industria y la cultura global.










