¿Cuánto es esto? Más de 13,000 lb-pie, es decir, lo doble de fuerza que genera el motor de un Dragster Top Fuel. ¿Te sonaba aburrido el auto show de Shanghái? Pues BMW deshizo la inercia de presentaciones de camionetas híbridas presentando este auto conceptual llamado BMW Vision Driving Experience, que más bien es un capricho de fuerza… ¡y no bruta! Por el contrario, es un ejercicio de control total que logró subir una rampa de casi 90 grados.

El BMW Vision Driving Experience es un prototipo de alto rendimiento diseñado como banco de pruebas para experimentar con las tecnologías de la próxima generación de vehículos eléctricos Neue Klasse de BMW. No está destinado a ser fabricado en serie, simplemente lo desarrollaron para llevar al límite el Heart of Joy y el BMW Dynamic Performance Control. Vamos por partes. ¿Qué es el Heart of Joy? ¿Qué es el BMW Dynamic Performance Control?

Heart of Joy
El Heart of Joy es una innovadora unidad de control de alto rendimiento diseñada para los Neue Klasse. No es otra cosa que un sistema central que integra y gestiona funciones clave del vehículo, como el tren motriz, los frenos, la recarga, la recuperación de energía y la dirección, todo con una velocidad y precisión sin precedentes, a decir de la marca. Este sistema fue desarrollado íntegramente por BMW y combina cuatro unidades de control en una sola supercomputadora.
En otras palabras, la unidad de control Heart of Joy procesa datos hasta diez veces más rápido que los sistemas anteriores de BMW, permitiendo respuestas casi instantáneas de los componentes del vehículo. Unifica el control de la dinámica de conducción (aceleración, frenado, estabilidad, dirección) y la gestión de energía en un solo sistema, eliminando la necesidad de múltiples unidades de control electrónicas (ECUs) separadas.

Además prioriza el frenado regenerativo, que recupera hasta un 25% más de energía, aumentando la eficiencia y la autonomía del vehículo y, en conjunto con el software BMW Dynamic Performance Control, optimiza la distribución de potencia y frenado entre las ruedas, mejorando la estabilidad, el manejo en curvas y la suavidad en maniobras.
El término “Heart of Joy” (Corazón de la Alegría) refleja la misión de BMW de mantener su distintivo “placer de conducir” en la era eléctrica. Este sistema busca no solo mejorar la eficiencia y el rendimiento, sino también ofrecer una experiencia de conducción emocionante y precisa, característica de la marca

BMW Dynamic Performance Control
El BMW Dynamic Performance Control es un sistema avanzado de control dinámico desarrollado por BMW para optimizar la distribución de potencia y el comportamiento del vehículo, especialmente en situaciones de conducción exigentes. Este sistema mejora la agilidad, la estabilidad y la precisión del manejo al gestionar de manera inteligente el torque entre las ruedas, particularmente en las curvas o en condiciones de baja adherencia.

Regresando al BMW Vision Driving Experience
Sabiendo todo esto, el prototipo BMW Vision Driving Experience lleva el Heart of Joy y el BMW Dynamic Performance Control a sus límites absolutos. Con un par máximo de 18,000 Nm (más de 13,000 lb-pie) y aerodinámica activa, genera 1.2 toneladas de carga aerodinámica y fuerzas laterales de hasta 3G, unas cifras comparables a las que experimenta un monoplaza de Fórmula 1 y muy por encima de los requisitos de los vehículos convencionales.
La lógica detrás de esto es: si el hardware y el software pueden dominar las fuerzas brutas de este prototipo, pueden manejar fácilmente las exigencias del uso diario.
El primer auto de serie en montar tanto el Heart of Joy como el BMW Dynamic Performance Control será un crossover eléctrico cuya producción inicia a finales de este año. Aunque el sistema ya se ha usado en modelos anteriores de BMW (como en la tracción integral xDrive), la versión integrada con el Heart of Joy representa un salto significativo en rendimiento y precisión.

La peculiar pintura del BMW Vision Driving Experience
En Shanghái, el BMW Vision Driving Experience destacó por su innovador acabado de pintura fluorescente. Los pigmentos especiales de la pintura sensibles a la luz se recargan con la luz del día, siendo suficiente incluso la más mínima cantidad de luz ambiental para que brillen. En la oscuridad, el color varía de un amarillo blanquecino a un amarillo neón vibrante, según el estado de carga.
Además, la parte trasera del automóvil cuenta con una “película mágica” que, al ser estimulada por luz ultravioleta, crea un degradado expresivo de amarillo a naranja y luego a rosa, desde la parte trasera hasta la parte delantera del vehículo. Estos elementos especiales resaltan la singularidad y el poder innovador del automóvil.
















