La marca de lujo alemana BMW está celebrando cinco décadas de que saliera su primer Art Car. No es propiamente el nombre del modelo, así se le llamó a un ejemplar de un BMW 3.0 CSL de carreras, decorado por el escultor estadounidense Alexander Calder. Hoy los Art Cars forman una invaluable colección de 20 llamativos coches de diferentes épocas que fueron pintados por artistas de la talla de Andy Warhol.

Pero, ¿de quién fue la idea de convertir a un coche en un cuadro con ruedas, y por qué lo hizo? El proyecto comenzó en 1975 gracias a Hervé Poulain, un piloto de carreras francés y vendedor de arte con un profundo amor por ambos temas. Poulain quería romper las barreras entre el arte, tradicionalmente estático y confinado a galerías, y el dinamismo de los automóviles en las pistas. Su visión era transformar un coche de estos en una obra artística móvil que no solo compitiera en circuitos, también que capturara la atención del público como una expresión cultural. ¡Y lo logró!


Art Cars, mejor marketing… ¡imposible!
Poulain, quien competía en las 24 Horas de Le Mans, propuso la idea a BMW, y los ejecutivos de la marca aceptaron viendo una oportunidad para destacar su identidad creativa y diferenciarse en el mundo automotriz. Poulain eligió a su amigo, el escultor Alexander Calder, para decorar un BMW 3.0 CSL que él mismo conduciría en la mencionada carrera de resistencia en 1975.

Aunque el BMW 3.0 CSL de Calder no completó la carrera debido a problemas mecánicos, su impacto visual fue inmediato. El auto, con sus líneas curvas y colores vibrantes, se convirtió en una sensación fuera y dentro de la pista, a tal grado que BMW continuó con el proyecto, invitando a otros artistas de renombre como Frank Stella (1976), Roy Lichtenstein (1977) y Andy Warhol (1979).

El señor Stella fue elegido por su estilo geométrico y su interés en la tecnología, que resonaba con la ingeniería de BMW; Lichtenstein por su estética de cómic que aportó un enfoque lúdico y accesible, además de su estatus como ícono del pop art; y Warhol por su fama global y su fascinación por la cultura de masas. Él pinto a mano quizá el modelo más emblemático de la marca: el BMW M1.

BMW Art Cars, toda una tradición
A partir de los años 80, BMW asumió un rol más activo en la selección de los artistas, transformando el proyecto en una iniciativa institucional en lugar de depender solo de Poulain. El proceso se volvió más estructurado e incluyó a Ernst Fuchs (1982), austríaco, representante del realismo fantástico; Robert Rauschenberg (1986), estadounidense, pionero del arte conceptual; y Jenny Holzer (1999), también americana, conocida por su arte textual y crítico.

Los artistas debían ser figuras destacadas en su época, capaces de aportar una perspectiva fresca. Por ejemplo, Jeff Koons (2010) fue elegido por su estatus como una estrella del arte contemporáneo y su interés en la cultura pop y la tecnología.
En muchos casos, BMW ha invitado directamente a los artistas tras un proceso interno de evaluación y los candidatos presentan conceptos o ideas preliminares que deben alinearse con la filosofía del proyecto: innovación, movimiento y conexión con el automovilismo. Otro ejemplo es Olafur Eliasson (2007), que propuso un BMW H2R con paneles de hielo y acero, explorando temas ambientales, lo que fue aprobado por su originalidad.

En las últimas décadas, el proceso se ha profesionalizado aún más, involucrando a curadores y expertos en arte. El último artista que ha participado es Julie Mehretu (2024), que fue seleccionada para el BMW M Hybrid V8, que compitió en Le Mans, por su estilo abstracto y su conexión con temas de movimiento y caos.

Hoy, para celebrar la aparición de los Arts Cars, BMW ha comenzado un tour con varios ejemplares que estará visitando los cinco continentes a lo largo de todo el año. En México hemos tenido la visita de estos autos en un par de ocasiones. En 2009 la marca celebró el 15 aniversario de su establecimiento en México con una exposición especial de los primeros cuatro Art Cars, y en el 2022 estuvo el BMW M850i xDrive Gran Coupé intervenido por Jeff Koons, en la sede cultural “Espacio CDMX”, en el Bosque de Chapultepec. ¿Será que nos visitarán nuevamente este año?









