“Papá: estoy pensando comprarme una moto”
Siempre supe que tarde o temprano sucedería. Diego –mi hijo– conoció desde su primera infancia el placer de tener en el garaje una hermosa Virago 535 en la que su padre se trasladaba casi diariamente a la oficina. Desafortunadamente para él, también conoció la otra cara de la moneda. Él soñaba con viajar a bordo de ella conmigo; pero le tocó un papá que siempre fue consciente de que los niños menores de 12 años no deben viajar en moto, por seguridad.
No voy a mentir: lo subí en ella varias ocasiones en fin de semana, pero el mini circuito que completábamos en el propio estacionamiento donde vivíamos terminaba por satisfacer sus incipientes ansias de motorista, aunque la idea de hacer de ella un medio de transporte regular y, sobre todo, una pasión, evidentemente le acompañó hasta hoy en día.
¿Como se siente ser motociclista?
Ser motociclista es mucho más que tener una moto. Es entender que cada día que te montas en ella, tienes que guardarle el mismo respeto que le tuviste desde la primera vez. Es también saber que el equipamiento e indumentaria que necesitarás es quizá aún más importante que la propia máquina. Y por supuesto, asumir la responsabilidad –propia y para con quienes nos rodean– que representa esa decisión. Para ello, es absolutamente imprescindible considerar un curso de manejo, además de echarle un buen vistazo al reglamento de tránsito de tu ciudad.
Toda vez que asumiste todas estas premisas, viene la siguiente pregunta: ¿qué uso principal piensas darle a tu moto? ¿Práctico, recreativo o ambos? Porque a lo mejor siempre soñaste con una impresionante custom de gran cilindrada… y nunca te pusiste a pensar en lo incómodos que pueden ser los traslados citadinos en horas pico. O al contrario: te compraste una excelente opción urbana, pero que podría resultar un tanto limitada para tus rodadas de fin de semana. ¿Y qué me dices de la estupenda doble propósito que adquiriste, pensando en minimizar el riesgo que representan los baches… pero cuyos servicios y refacciones podrían resultar elevados para tu presupuesto?
Todas estas consideraciones deben ser parte del proceso previo al momento de la compra. Y por supuesto que nunca faltará el comentario que buscará hacerte desistir de tu intención, ya que tooodo el mundo conoce al menos una historia de terror vinculada a las motocicletas. Escúchalos, pero no dejes que sus palabras normen tu criterio. La moto es un medio de transporte muy eficiente y divertido, y de la responsabilidad con la que asumas la decisión de manejarla, dependerá mucho la experiencia que vivirás con ella. En palabras de mi primer instructor, “las motos son como el mar, porque en el mar puedes pasar los momentos más increíbles y maravillosos… aunque también los más trágicos”.
Yo, por lo pronto, me siento contento de la decisión que Diego ha tomado hoy, a sus 25 años de edad. Y por supuesto que estaré muy pendiente de que asuma cabalmente la responsabilidad que conlleva, porque además me llena de ilusión imaginar los kilómetros y kilómetros que rodaremos juntos, algún día no muy lejano.