Este auto es nada menos que la tercera generación del Volkswagen Tiguan que apareció en 2007. Al igual que su antecesor inmediato, éste es producido en la famosa planta de Volkswagen en Puebla para prácticamente todo el continente.

Lo primero que ha llamado mi atención de este coche es no solamente su posición de manejo muy bien lograda con ese sabor típico de la marca alemana: el conductor va sentado cómodamente con las rodillas casi a 90 grados como si estuviéramos en una silla. Dicha postura aunque no muy deportiva, es idónea para pasar muchas horas detrás del volante sin tanto cansancio.

Ya que tocamos el tema de la posición, tengo que decir que el manejo de este nuevo Tiguan es el mejor de todas sus iteraciones. Verás, tanto en el volante de dirección, como en la aceleración y particularmente en los frenos, todas las reacciones son graduales; claramente enfocadas en el confort. En este sentido, aplaudo el grado de integración que Volkswagen ha logrado en este auto.
Para este momento quizás ya sepas que su unidad de potencia incluye un cuatro cilindros turbocargado de 1.4 litros que puede entregar hasta 150 caballos y 184 libras-pie de par motor a las ruedas delanteras, mediante una transmisión automática (DSG) de siete relaciones.
Según información de la marca, este Tiguan puede acelerar de cero a 100 km/h en 10.1 segundos y llegar hasta los 204 km/h de máxima.

Durante nuestra prueba de manejo, condujimos acompañados por una persona a bordo y equipaje, rodando principalmente por la Autopista Número 19 al sur de Baja California Sur , donde desde mi punto de vista el Tiguan se movía bastante bien a ritmos por encima de los 120 km/h y dando unos consumos en torno a los 10 km/litro (100 l/100 km).
En cuanto tengamos oportunidad, probaremos este Volkswagen en compañía de nuestro Vbox para poderlo comparar contra su competencia directa.

Regresando al interior, en la cabina del Tiguan se respira un lugar hecho con esmero. Cuenta con muy buenas sensaciones que incluyen la receta de antaño de don Ferdinand Piech: acabados, ensambles y materiales de calidad, acompañados de una buena dosis de ergonomía y espacio.

Además de todo lo anterior, el elemento más llamativo en la primera fila de este SUV es la pantalla central que cuenta con nada menos que 15 pulgadas, además de una interfaz muy bien lograda que incluye muy buena resolución, gran velocidad de respuesta y una integración con Apple CarPlay impecable. Su sistema de audio puede tener bocinas fabricadas por Harman Kardon.

De modo anecdótico me gustaría mencionar mi experiencia con la nueva palanca de velocidades en este Volkswagen. Se trata de una palanca que nace desde la columna de dirección y que gira en su propio eje para seleccionar las marchas. Dicha solución me recuerda mucho a las palancas de velocidades que usaba Mercedes hace un par de generaciones.
De entrada me parece muy extraño encontrarme con un componente así en un Volkswagen aunque siendo justos, me parece que simplemente es cuestión de acostumbrarse.

Independientemente de lo anterior, hay que decir que este Tiguan (por lo menos en la variante que nos tocó conducir), es un auto lleno de elementos de confort y equipamiento, algunos de ellos incluso raros de encontrar dentro de su segmento. Por ejemplo: el asiento del pasajero delantero también cuenta con tres memorias de posición, la fila trasera recibe aire acondicionado con control de temperatura independiente y el juego de pedales tiene esa típica combinación entre aluminio y caucho.

El rango de precios de este nuevo modelo inicia en los $599,990 y llega hasta los $771,990, éste último monto corresponde a la variante que ves en las fotos, que es la R-Line.
Todo parece indicar que en el futuro cercano Volkswagen contará con un modelo adicional y complementario al nuevo Tiguan. Mientras tanto, me atrevo a decir que este SUV es nuevamente un referente dentro de su segmento.




























