¿Sabías que el Volkswagen Golf pudo haber sido un Porsche? El Volkswagen Golf nació con el difícil objetivo de sustituir al Volkswagen Sedán, y terminó siendo no solo un éxito, ¡consiguió superarle! Su historia es fabulosa, basta decir que uno de los primeros prototipos estaba hecho por Porsche, incluyendo un motor central.
Un cambio necesario: reglas claras
Pero vámonos hasta finales de los años sesenta. Por aquellos ayeres, el Volkswagen Sedán se estaba “cansando” como producto, pues los años le empezaban a pesar y se había detectado una disminución notable en sus ventas. Además, la configuración del “Escarabajo”, con propulsión trasera, motores bóxer o refrigeración por aire estaban pasando de moda frente a lo que ofrecía la competencia de la época.
Ante tal tesitura los entonces directivos de Volkswagen lo tuvieron claro: había que crear un modelo completamente nuevo y radicalmente opuesto al Beetle. Un coche de tamaño compacto, que ahora se acomodara en el segmento B pequeño con sus 3.7 metros, que cambiara sus motores a una arquitectura con cilindros en línea, con la tracción delantera, una refrigeración por agua y un diseño más funcional.
El primer Volkswagen Golf, diseñado por Porsche
Partiendo de esas premisas, Volkswagen le encargó a Porsche la creación del sustituto del Beetle, el Volkswagen Golf. La firma de Stuttgart les presentó el prototipo conocido como EA 266, que destacaba por su estructura monocasco, su amplia cajuela y por colocar el motor en posición central, justo debajo de los asientos traseros.
Ese quizá fue uno de los grandes motivos para descartarlo finalmente, pues para poder realizar labores de mantenimiento sobre el bloque, el acceso era bastante difícil. Por esto y su alto costo de fabricación se descartó en 1971, justo cuando estaba listo para producirse en serie y con 50 unidades ya ensambladas.
El segundo Volkswagen Golf, diseñado por Volkswagen
La siguiente propuesta del Volkswagen Golf fue conocida como EA 276, diseñada ya en la sede de Wolfsburg. En este caso sus formas eran completamente diferentes, pero contaba con algunas soluciones que llegarían al modelo definitivo como el motor colocado en el frontal y que mandaba su fuerza al eje delantero, de nuevo una amplia cajuela, eje de torsión, y a diferencia del otro prototipo, con el depósito de combustible bajo los asientos traseros. Lo único es que el propulsor empleado era el del Beetle, uno de los aspectos que habíamos comentado que se querían cambiar.
El tercer Volkswagen Golf, diseñado por Giugaro
Hubo un movimiento clave para la versión final del Volkswagen Golf, que fue la llegada de Rudolf Leiding desde Audi. El creador de modelos como el 80 y el 100, que destacaban por sus formas rectangulares, fue el que impulsó el proyecto del Golf realizando el encargo a Giorgetto Giugiaro, que había sido el creador de otros modelos de la marca como el Passat o el Scirocco.
El primer encuentro entre Giugiaro y Volkswagen se produjo durante el Salón de Turín celebrado en 1969. Ahí, una delegación del fabricante alemán comandada por Kurt Lotz, el entonces máximo mandatario, eligió los seis coches que más habían gustado de la muestra italiana y cuatro de ellos los había diseñado el italiano. Por este motivo, apenas unos días después le estaban llamando a la sede de su marca Italdesign para que se reuniera con ellos en Wolfsburg.
Fue en enero de 1970 cuando se celebró esa reunión en la sede de Volkswagen y Lotz le dio unas premisas claras a Giugiaro: “tienes que diseñar al sucesor del Beetle, nos daremos por satisfechos si su espacio interior es similar; tiene que ser compacto, moderno y con portón trasero”.
Así que finalmente sería el italiano el que crearía el modelo definitivo del primer Volkswagen Golf con sus formas cuadradas y un buen espacio interior, comunicándoselo el 12 de agosto de 1970.
Aunque sobre el original se realizaron pequeños cambios provocados por análisis técnicos, financieros y también por las normas de seguridad estadounidenses. Por ejemplo, se modificaron las formas de los faros delanteros de cuadrados a redondos porque eran más baratos de fabricar.
Fue el 29 de marzo de 1974 cuando se empezó a fabricar el primer Volkswagen Golf en la planta de Wolfsburg y apenas un mes después ya se encontraba expuesto en los concesionarios. Con un precio de partida de 7,995 marcos alemanes, el sucesor del Beetle tenía mucha presión sobre él, pero como todos sabemos cumplió con creces.
El Volkswagen Golf celebra 50 años. Parte 1 de 2: la fórmula del éxito