Se acercan las 24 Horas de Le Mans. Hoy recordamos la justa de resistencia más famosa y exigente que hay, a 102 años de que André Lagache y France René Léonard ganaran la primera edición.

Las 24 Horas de Le Mans, celebrada anualmente en el circuito de La Sarthe, Francia, es la carrera de resistencia más icónica del automovilismo. Desde su inicio en 1923, organizada por el Automobile Club de l’Ouest (ACO), esta prueba de 24 horas desafía a pilotos y equipos a combinar velocidad, estrategia y durabilidad. Como parte de la “Triple Corona” junto al Gran Premio de Mónaco y las 500 Millas de Indianápolis, Le Mans es un símbolo de excelencia técnica y humana en el mundo del motor.

Orígenes y fundadores de las 24 Horas de Le Mans
La carrera fue concebida por el ACO, fundado en 1906, con el objetivo de impulsar la innovación automotriz. Charles Faroux, periodista y apasionado del automovilismo, Georges Durand, secretario general del ACO, y Emile Coquille, de Rudge-Whitworth, fueron los visionarios detrás de la primera edición el 26 y 27 de mayo de 1923. La carrera buscaba probar la fiabilidad de los vehículos bajo condiciones extremas, incentivando a los fabricantes a desarrollar tecnologías aplicables a los autos de calle. En esa primera edición, André Lagache y René Léonard ganaron con un Chenard & Walcker.

Propósito y significado de las 24 Horas de Le Mans
A diferencia de las carreras de velocidad pura, esta prueba exige que los autos equilibren rendimiento, consumo y resistencia durante 24 horas. Innovaciones como frenos de disco, motores híbridos y tecnologías de hidrógeno han surgido de esta competencia. Le Mans es un escaparate de prestigio para marcas como Porsche, con 19 victorias, y Audi, con 13. Para los pilotos, ganar en La Sarthe, como lo hizo Tom Kristensen nueve veces, es un hito legendario.

Impacto global de las 24 Horas de Le Mans
Le Mans trasciende el automovilismo, siendo un laboratorio para tecnologías que llegan a los autos de producción. Su formato único, con condiciones cambiantes de día y noche, lo convierte en un espectáculo global. La carrera ha inspirado eventos similares y obras como la película Le Mans (1971). Además, su evolución hacia categorías como la de Hypercar refleja un compromiso con la sostenibilidad, consolidando su relevancia en el futuro de la movilidad.

Anécdotas curiosas de las 24 Horas de Le Mans
Le Mans está lleno de momentos dramáticos. En 1999, el Mercedes CLR despegó en el aire debido a un fallo aerodinámico, un incidente captado en video y mencionado como un ejemplo de los riesgos de la innovación. En 1923, los pilotos usaban café para mantenerse alerta, una práctica inusual en la época. En 2024, Jack Hawksworth, describió su debut en Le Mans como “un sueño”, destacando el impacto emocional de la carrera.

Accidentes históricos de las 24 Horas de Le Mans
La tragedia ha marcado la historia de Le Mans. En 1955, un accidente catastrófico involucró al Mercedes de Pierre Levegh, resultando en la muerte del piloto y 83 espectadores. Este desastre llevó a mejoras significativas en seguridad, como barreras y regulaciones más estrictas. En 1986, Jo Gartner perdió la vida en un choque en la recta Mulsanne, y en 1997, Sébastien Enjolras falleció durante la preclasificación, eventos que, según el ACO, reforzaron el compromiso con la seguridad.

Las 24 Horas de Le Mans son más que una carrera: son un legado de innovación, resistencia y pasión. Desde 1923, han moldeado el automovilismo y la industria automotriz, manteniendo su estatus como un ícono global. Con su evolución constante, Le Mans seguirá inspirando a generaciones futuras.
Las velocidades más altas en las 24 Horas de Le Mans

407 km/h (253 mph) – WM P88 (Peugeot), 1988
- Piloto: Roger Dorchy
- Detalles: Durante la carrera de 1988, el WM P88, diseñado específicamente para alcanzar altas velocidades en la recta de Mulsanne (sin chicanas en ese entonces), logró una velocidad récord de 407 km/h. El equipo Welter-Meunier, respaldado por Peugeot, priorizó la velocidad sobre la resistencia, utilizando un diseño de baja resistencia aerodinámica y neumáticos estrechos de Michelin para minimizar el arrastre. El auto se retiró poco después debido a problemas de motor, pero el récord permanece imbatido. Algunas fuentes citan 405 km/h, posiblemente por motivos de marketing relacionados con el Peugeot 405, pero 407 km/h es la cifra más aceptada.

400 km/h (248.5 mph) – Sauber Mercedes C9, 1989
- Piloto: No especificado en las fuentes, pero registrado en prácticas
- Detalles: En las sesiones de práctica de 1989, el Sauber Mercedes C9 alcanzó los 400 km/h en la recta de Mulsanne, antes de la introducción de las chicanas. Este auto, parte del programa de Mercedes en la categoría Grupo C, era conocido por su potencia y diseño aerodinámico avanzado, lo que le permitió lograr esta velocidad impresionante. Fue el último año en que la recta de Mulsanne permitió tales velocidades debido a los cambios en el circuito al año siguiente.

389 km/h (241.7 mph) – Jaguar XJR9, 1989
- Piloto: No especificado, registrado durante la carrera
- Detalles: El Jaguar XJR9, compitiendo en la categoría Grupo C, alcanzó una velocidad máxima de 389 km/h durante la carrera de 1989 en la recta de Mulsanne. Este auto, parte de la exitosa campaña de Jaguar en Le Mans, combinaba un potente motor V12 con un diseño aerodinámico optimizado, lo que le permitió destacar en velocidad pura antes de que las chicanas modificaran el circuito.
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