Jeep ha ampliado su portafolio de SUVs con un modelo muy interesante, el Jeep Commander, que se posiciona entre el Compass y el Grand Cherokee. Cabe recordar que la línea de camionetas está conformada primeramente por el Renegade cuyo abanico de precios comienza en 454,900 pesos, seguido del Compass que empieza en 575,900, luego está el Grand Cherokee que parte desde 1,081,000, y finalmente se encuentran el Wagoneer y Grand Wagoneer que están en 1.8 y 2.4 millones, respectivamente. De tal manera, el nuevo Jeep Commander se ubica en la parte media de la gama con un costo de 734,900 pesos.
Conociendo al Jeep Commander
El Jeep Commander aprovecha la plataforma del mencionado Compass (la segunda generación que se comercializa desde 2016), solo que está alargada para poder ofrecer una tercera fila de asientos y por tanto capacidad para siete pasajeros.
El incremento en las medidas es considerable. El Jeep Compas mide 4.39 m de largo por 1.82 de ancho y 1.65 de largo, mientras que el Jeep Commander registra 4.76 por 1.85 y 1.68, así que pasó de ser un SUV compacto a un SUV mediano.
El volumen del espacio para carga es de 661 litros con los primeros cinco asientos configurados normalmente, de 233 con los siete asientos usándose, o de generosos 1,760 litros cuando la segunda y tercera fila están dobladas.
El Jeep Commander nos llega de Brasil, de la fábrica de Goiana en el estado de Pernambuco, y es vendido en toda Latinoamérica, pero solo como dato para saber, también se construye en India para surtir mercados asiáticos.
El Jeep Commander por afuera
Su diseño conserva el frente muy similar al del Compass, con la parrilla icónica de siete barras, pero los faros sí se ven muy diferentes, tienen otras ópticas y una iluminación (LED) distinta. La parte trasera ya no es la misma, los stops ya cuentan con el ADN de las camionetas grandes, sobre todo del Grand Cherokee. Lo que sí conserva es el diseño de los arcos de rueda de las salpicaderas, que se han caracterizado por ser trapezoidales. Destacan otros diseños de rines, que son de 19 pulgadas y la paleta de colores (curiosamente son tonos muy fríos) que es bitono; el techo siempre será negro. El resto de la carrocería puede ir en Slash Gold, que es tipo champaña, en plata, blanco, gris oscuro y negro.
El Jeep Commander por adentro
Al interior hay cambios para bien, en términos generales se ve más refinado y con más tecnología y amenidades. Las vestiduras son en piel Nappa y traen detalles en gamuza; cuentan con costuras en tono cobrizo y tienen un elegante bordado en relieve. Hay mucha luz gracias a un techo panorámico.
La segunda fila de asientos se mueve hasta 14 cm, ya sea para aumentar el volumen de la cajuela o para proporcionar más espacio para las piernas. Además, los respaldos de la segunda y tercera fila se pueden reclinar, proporcionando una posición más cómoda para todos los pasajeros. Los asientos logran hasta 16 combinaciones de configuraciones, adaptándose a diferentes necesidades de los usuarios. Es posible abatir únicamente un asiento de la primera y segunda fila o todas las plazas en caso de ser necesario.
Solo llega en una versión, la Overland, y cuenta con un equipamiento muy amplio. Sobresale el sistema de audio de alta fidelidad Harman-Kardon con nueve bocinas y un subwoofer de 450 W, el aire acondicionado bi-zona, cargador inalámbrico y cajuela con apertura eléctrica con función manos libres. El clúster de instrumentos tiene una pantalla de alta resolución de 10.25 pulgadas, e incluye el sistema Uconnect con pantalla táctil de 10.1 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos.
Al volante del Jeep Commander
De fábrica hay disponibles varias configuraciones, todas con motores turbo. En mercados más grandes existe un 2.0 e incluso un diésel, con transmisiones automáticas, una de seis marchas y otra de nueve fabricada por ZF. Para México la marca tomó la decisión de traer el 1.3 litros con 173 caballos y 199 lb-pie de par máximo. La caja es la de seis velocidades con modo manual AutoStick. En este apartado hay que mencionar que la tracción va al eje delantero, si bien en otros países hay disponibilidad de AWD.
Con esta configuración Jeep ha dado prioridad a la eficiencia: es un motor de la familia GSE (Global Small Engine). Esta línea de motores es muy famosa y usada a nivel global en muchos modelos de todo Stellantis. Su diseño modular permite al grupo adaptar y escalar estos motores para diferentes aplicaciones y mercados, facilitando la producción y la adaptación a las necesidades locales. Los propulsores son de aluminio, tienen el sistema MultiAir de control variable de válvulas, así como inyección directa y cuentan con una turboalimentación de baja inercia que proporciona una aceleración rápida con un turbo lag mínimo. Su construcción también está pensada para reducir la vibración y el ruido, mejorando la comodidad del conductor y los pasajeros.
El Jeep Commander pesa en torno a los 1,600 kilos, no es tan pesado, así que este 1.3 turbo ofrece una experiencia de manejo ágil y eficiente: sus cifras oficiales de consumo son de 15.23 km/l en ciclo combinado, 18.31 en carretera y 13.38 en ciudad. Aunque el propulsor podría parecer pequeño para un vehículo de su tamaño, ofrece una respuesta rápida en aceleración y una conducción suave en ciudad, por lo que anteriormente mencionamos del turbo. La sensación de control es notable, con una dirección precisa y una suspensión que maneja bien las irregularidades del camino, lo que brinda confianza al conductor tanto en carretera como fuera de ella.
Sin embargo, para aquellos que buscan un desempeño más vigoroso en condiciones de alta demanda, se puede sentir que el motor trabaja al máximo, lo cual es algo a considerar dependiendo del estilo de manejo y las expectativas de rendimiento. Pero es un Jeep, no un deportivo, y eso sí, ofrece una larga lista de asistencias como: detección de fatiga, sistema Auto-Park, frenado de emergencia, ayuda de punto ciego, crucero adaptativo, sensores de estacionamiento, detección de señales de tránsito, frenado de peatones y ciclistas, asistencia de cambio de carril, asistencia de arranque en pendientes y asistencia de estacionamiento en paralelo y perpendicular, por mencionar las más importantes.
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