Search
Close this search box.

Compartir la nota

Prueba de manejo de la Chevrolet Traverse

Hace un par de semanas atendimos a la presentación de la totalmente nueva Chevrolet Traverse, ahora pudimos adentrarnos un poco más en la SUV mediana y de cómo sería vivir con ella.

Exterior de la Traverse 

Anteriormente se había entrado un poco a detalle de qué hay de nuevo con la Traverse, puedes volver a ver las primeras impresiones aquí.

Algo sobre lo que no hicimos mucho énfasis fue del rediseño exterior, de 2023 a 2024 está claro que ambas siguen una misma tendencia de diseño, pero la más reciente se ve bastante diferente a la anterior. La nueva generación de la Traverse se hizo siguiendo las lineas de la Suburban, la SUV insignia de Chevrolet. A pesar de su tamaño de 5.1 metros de largo podrías considerarla como una especie de “mini” Suburban.

Al interior de la Traverse

Adentro también se alcanza a notar un enorme brinco entre la 2023 y la 2024, esto es muy notorio en el tablero, ya no se tienen instrumentos análogos, ni un clúster central separado. 

En su lugar tenemos una pantalla que se extiende desde el centro del tablero hasta el volante; el clúster central termina siendo una pantalla de 17.7 pulgadas donde podemos manipular desde el aire acondicionado hasta la conectividad del teléfono.

Manejado la Traverse

Durante la presentación de la Chevrolet Traverse se realizó un manejo en carretera, lugar donde brilla esta nueva SUV mediana, estable y cómoda a altas velocidades donde a pesar de tener dirección asistida eléctricamente, ésta no se siente suelta, de hecho es firme y comunicativa.

Pero el entorno donde más vamos a ver este producto de Chevrolet es la ciudad, a final de cuentas es un auto familiar con 7 asientos, 8 si optas un asiento de banca, en vez de los tipo capitán en la segunda fila.

Es interesante cuando experimentas 2 tipos de conducción distintos en un mismo coche, una vez que salimos de la carretera y entramos en un entorno más urbano el comportamiento de la Traverse es diferente, ya que estás consciente de otros factores en tu entorno.

Anteriormente dije que no es enteramente necesario tener el vehículo en el modo sport, esto cambia un poco al momento de estar en la ciudad, simple y sencillamente porque es necesario reaccionar lo más rápido posible.

Al momento de arrancar desde 0 se siente cierto lag del turbo, pero este es muy leve, una vez que agarras velocidad y que el motor tiene más revoluciones es casi imperceptible.

En un vehículo de esta índole se tiene una sensación imperiosa, ya sea por el gran tamaño del coche o la altura en la que te sientas. Dicho esto, por obvias razones éste no es un auto ágil en un entorno citadino.

Conviviendo con la Chevrolet Traverse

La Traverse es una SUV sumamente cómoda, pero el interior tiene varios detalles que resaltan, específicamente el uso del plástico de gran piano negro en la consola central. Este material siempre es un punto de conversación, hay que ser cuidadosos con él ya que acumula desgaste con facilidad.

Hay un botón donde puedes cambiar los modos de manejo, sin embargo no tiene una ubicación accesible, está del lado izquierdo del tablero junto a la columna de dirección, hay que acostumbrarse.

La conectividad con el celular y la interface en general es bastante intuitiva, inclusive tiene la facilidad de mostrarte la navegación en el cuadro de instrumentos, entre otro tipo de información como el consumo de combustible y la música que se escucha.

Continuando un poco con la interface y el clúster central, aquí es donde se controlan las luces del coche, no hay una palanca como convencionalmente esperaríamos. Ese espacio lo abarca el control de los limpiadores que está del lado opuesto porque en su lugar convencional está el selector de velocidades.

Un detalle que se agradece enormemente es el simple hecho de que la Chevrolet Traverse tiene una llanta de refacción, a diferencia de la Hyundai Santa Fe que solo tiene un kit de reparación.

La Chevrolet Traverse es una SUV mediana que tiene muchos competidores, ya mencionamos uno de ellos, es un vehículo que grita “¡familia!”, ideal para ir con todo y perros a una salida de fin de semana quizá a un pueblo mágico.

Compartir la nota