La segunda generación de Amarok finalmente aterriza en México. Pero esta vez, no lo hace sola: llega respaldada por una colaboración estratégica con Ford, compartiendo plataforma, motores y tren motriz con la nueva Ranger. Sin embargo, esta versión Panamericana deja claro que Volkswagen no se limitó a “pegarle” su logo. Es una pickup que ofrece refinamiento, tecnología y capacidades reales de trabajo, tanto dentro como fuera del asfalto.
Diseño con propósito: no solo es estética
La Amarok Panamericana no pretende ser discreta. Tiene una presencia robusta, con líneas rectas bien marcadas, rines negros de 18 pulgadas calzados con llantas todoterreno 255/65 R18, faros Matrix LED IQ.Light y detalles en gris mate que subrayan su enfoque aventurero. Incluye también una barra de estilo negra, barras de techo metálicas, estribos laterales funcionales y una defensa trasera con recubrimiento plástico y sensores integrados. Todo esto no es solo para verse bien: cumple un rol práctico en el día a día y en escenarios off-road.



Hecha para cargar y remolcar
A diferencia de otras pickups que priorizan la imagen sobre las capacidades, la Amarok Panamericana es una herramienta seria. Puede cargar hasta 1,009 kg en su batea, que mide 1.65 m de largo por 1.58 m de ancho (1.23 m entre salpicaderas). La caja incluye recubrimiento antiderrapante, cubierta impermeable enrollable, tomas de corriente e iluminación LED. Además, puede remolcar hasta 3.5 toneladas con freno, o 750 kg sin él. Por cifras, se coloca entre las más capaces de su categoría.


La arquitectura de bastidor conserva el eje rígido trasero con resortes y doble horquilla delantera. Un conjunto confiable para quien necesita cargar, jalar o simplemente enfrentar caminos difíciles sin comprometer la estructura.
Off-road real, sin trucos
Gracias a su sistema de tracción 4X4 con cambio automático de convertidor de par de 10 velocidades, con reductora y bloqueo del diferencial trasero, la Amarok se siente lista para entrar al lodo, la arena o caminos de piedra sin pestañear. Los ángulos de ataque (30°), ventral (22°) y salida (25.6°), junto con una suspensión elevada y estribos bien ubicados, la hacen efectiva fuera del pavimento. Además, su sistema de control de descenso, selector de modos de manejo y la posibilidad de multiplicar el torque vía caja reductora, la convierten en una todoterreno de verdad.

Durante la prueba, la Panamericana se mostró competente en tramos de terracería y pendientes con tracción limitada. No se siente refinada como una SUV, pero esa es parte de su encanto: transmite seguridad y solidez incluso en condiciones difíciles.
Diesel probado, desempeño afinado
El motor 2.0 TDI biturbo de cuatro cilindros entrega 210 hp y 369 lb-pie desde solo 1,750 rpm. Está asociado a una caja automática de 10 marchas con convertidor de par, desarrollada por Ford. El empuje es inmediato y sostenido, ideal tanto para carga como para pendientes fuera de camino. A pesar de sus más de dos toneladas de peso, se siente ágil en ciudad y estable en carretera.


En condiciones reales, obtuvimos 9.5 a 10 km/l, frente a los 13.8 km/l que declara la marca. Una cifra razonable considerando el perfil de llanta y el enfoque del vehículo.
Interior que mezcla utilidad y confort
Volkswagen hizo un gran esfuerzo por darle al interior un sabor propio. Aunque la base viene de Ford, la interfaz del sistema de infoentretenimiento, el diseño del volante y el cuadro de instrumentos digital son 100% Volkswagen. La calidad de ensamble es alta, y la insonorización superior a lo habitual en este tipo de vehículos


La pantalla vertical de 12” ofrece conectividad inalámbrica, y el sistema de sonido Harman Kardon con ocho bocinas y subwoofer destaca por nitidez y potencia. Los asientos de piel “Cricket”, con calefacción y ajuste eléctrico, elevan la sensación de vehículo premium sin alejarse del ADN utilitario.

Detrás, la segunda fila sorprende por espacio y confort: la postura no es tan recta como en otras pickups, hay puertos de carga, salidas de aire, tomacorriente de 400W y reposabrazos central.
Seguridad sin concesiones
La Amarok Panamericana incluye 7 bolsas de aire, estructura reforzada, control de estabilidad, freno autónomo de emergencia, control crucero adaptativo, asistente de cambio de carril y cámara 360°. También cuenta con sensores delanteros y traseros, alerta de tráfico cruzado y sistema de mantenimiento de carril.
Conclusión: sí, vale lo que cuesta
Con un precio de $1,043,990 pesos, la Amarok Panamericana no es barata, pero entrega más que muchas rivales con etiquetas similares. Tiene capacidades de carga y arrastre reales, un interior mejor logrado que la mayoría, desempeño sobresaliente para el día a día y una propuesta off-road completa.
Es una pickup pensada para quienes necesitan un vehículo de trabajo, pero no están dispuestos a sacrificar refinamiento ni tecnología. Y aunque apunta a un nicho, cumple con creces su promesa: ser una herramienta útil que también sabe consentir.
Ficha técnica – Volkswagen Amarok Panamericana 2025
PRECIO
Desde $858,000 a $1,043,990 MXN
MOTOR
Tipo: delanter 4 cilindros en línea 2.0 biturbo diésel
Potencia: 210 hp @ 3,570 rpm
Par: 369 lb-pie @ 1,750-2,000 rpm
TRANSMISIÓN
Tracción de ropulsión 4X4 con cambio automático de convertidor de par de 10 velocidades, con reductora y bloqueo del diferencial trasero
CHASIS Y CAPACIDADES
Suspensión delantera: independiente con doble horquilla
Suspensión trasera: eje rígido con muelles
Frenos: de disco en las cuatro ruedas
Carga útil: 1,009 kg
Capacidad de arrastre: 3,500 kg (con freno), 750 kg (sin freno)
Caja de carga: 1,651 mm (largo), 1,584 mm (ancho), 525 mm (alto)
DIMENSIONES
Largo: 5,350 mm
Ancho con espejos: 2,208 mm
Alto: 1,886 mm
Distancia entre ejes: 3,270 mm
Ángulos off-road: entrada 30°, salida 25.6°, ventral 22°
RENDIMIENTO
Ciudad: 12.2 km/l
Carretera: 16.5 km/l
Combinado: 13.8 km/l
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