De la integridad de este oscuro componente depende la vida misma de nuestro auto
Como ocurre al escuchar malas noticias del médico, cuando el propietario de un auto con centenares de kilómetros recorridos, se entera de que ha fallado la cadena del tiempo implica dolores de cabeza, semanas sin vehículo, lamentación y rechinar de dientes. Pero además, conocer qué es esa fatídica cadena.
¿Qué es y porqué nos mortifica esta cadena, o en su caso, banda? Consiste en una línea circular de conducción de fuerza, similar en su gestión a la cadena de una bicicleta, pero en lugar de llevar fuerza de las piernas para hacer girar una llanta, la cadena del tiempo se encarga de hacer girar el árbol de levas, otro componente oscuro del motor a combustión interna.
Es este árbol, girando al tiempo que le marca la cadena (de ahí su cronológico nombre), el encargado de dejar entrar aire a la cámara justo (nuevamente) a tiempo, y cerrarla acordemente, para que el pistón comprima aire y combustible. Otra leva abre otra válvula dejando salir la mezcla ya quemada hacia el sistema de escape, una y otra vez, en cada giro del motor.

Este prolongado girar, para un componente de motor más bien delgado, el cual se halla bajo articulación o flexión continua, puede eventualmente llegar a presentar falla, ante la cual el motor queda imposibilitado de funcionar. Como el mitológico Cronos devorando a sus hijos, la falla de la cadena de tiempo deja sin movimiento la apertura de las válvulas, y como consecuencia de la rotura sus fragmentos pueden dañar en fracciones de segundo otros componentes, como válvulas o pistones, multiplicando el presupuesto de reparación.
Si bien la falla es catastrófica e instantánea, en ocasiones al tener eslabones ya deformados el motor hará un ruido alarmante, como de sonaja, además en casos graves la cadena puede saltarse un diente y salir de secuencia, con el efecto de pérdida de potencia significativa: en ese caso de inmediato se debe detener la marcha y llevarlo a taller, o bien guardarlo hasta que se cuente con presupuesto.
Otra de las posibilidades de falla de la cadena o de la correa es más catastrófica: cuando el motor es del tipo de interferencia. Como los motores 1.4 del viejo Chevy al romperse la banda podían quedarse válvulas abiertas. Estas pegan con la cabeza de los cilindros, ocasionando roturas de válvulas y pistones, así como deformación de la cabeza. Reparar esto puede salir tan caro como comprar un motor nuevo.
¿A cuánto asciende el daño?
Por lo complejo y tardado de su proceso de sustitución, el taller usualmente deberá cobrar un monto significativo por los servicios a prestar. El cambio de banda tras fallo requiere desmontar poleas, bombas, mangueras, la tapa de cadena y sus retenes, etc, para tener acceso a la zona, amén de volver a conectar todo cuando se termine de efectuar la sustitución. Además usualmente se reemplaza a la par del tensor, y su correspondiente polea.

En motores grandes, o bien, orientados a una vida de servicio comercial muy prolongada se usará cadena metálica para esta función, mientras que en plantas de poder orientadas a economía o de construcción compacta se usará una banda, similar a aquellas que mueven alternador, bomba de aceite y aire acondicionado. Usualmente el manual del propietario define el kilometraje al cual se deberá cambiar la cadena del tiempo.
En vehículos con más de 100 mil kilómetros puede optarse por una sustitución planeada de la banda del tiempo, en forma preventiva en lugar de correctiva post-fallo, con lo cual podemos afrontar este reto en nuestros términos y fechas, en lugar de hacerlo de forma reactiva y con grúa de por medio. Como otros componentes mayores como pueden ser transmisión o suspensión, meramente es cuestión de acercarse a un técnico de confianza con paciencia y presupuesto, y de esta forma evitar sorpresas.

